lunes, 8 de octubre de 2012

Ensueño lúcido blanco

He sentido la necesidad de compartir algo que nos pertenece a todos y quizá sea una de las experiencias menos descriptibles, puesto que el lenguaje tiene sus limitaciones.

 Mi cuerpo estaba dormido pero mi mente consciente, había alcanzado un estado tal que podía pasar una noche entera sin saltos de conciencia, con plena linealidad psicológica desde el momento de acostarme hasta el de levantarme. Entrando en el sueño REM y saliendo sin que esto perturbe la percepción de mi yo consciente. Esto pude experimentarlo durante varias noches seguidas. La sensación es la de quedarse encerrado inmóvil en unos grandes almacenes con la luz apagada cuando cierran durante la noche, a solas. En tal estado es fácil agobiarse porque el cuerpo se vuelve rígido como un ataúd del que no puedes escapar, puedes "pensar", escuchar y sentir pero no moverte o hablar. Lo mejor es tranquilizarse, respirar tranquilamente...y aguardar, como un cazador agazapado.

Aguardé...Comenzaron a sacudirme unas descargas energéticas por la columna de arriba a bajo, como el latigazo de un rayo. La sensación es algo desagradable porque son como sacudidas eléctricas, hay que aguantar y relajarse lo máximo posible. Otras veces he sentido lo mismo y he desistido en el intento.
 Esta vez resistí, un profundo éxtasis empezó a enmudecer las corrientes, una blancura luminosa comenzó a florecer en el pecho y poco a poco lo inundó todo.
Aquí es fácil sobrecogerse y "apartarse" de la luz, que es blanca y todo lo envuelve. En este estado muere el ego, ya no eres tú mismo tal cual te conoces en la vida diaria. No tienes personalidad, ni recuerdos, no perteneces a ningún tiempo o lugar, no hay lazos familiares o afectivos que te aten a este mundo, sólo hay luz y Conciencia...Hay que calmarse y no dejarse sobrecoger, entregarse sometido a un "dejarse hacer" sincero porque el éxtasis es enorme y tener el valor suficiente para poder aguantar tantísima pureza.


En aquella ocasión se me hizo llevadera pero otras veces he tenido que "apartarme" porque me era excesiva. Esta vez disfruté de su sentir, bello, ligero, rotundo, floreciente, vibrante, abríendose sin cesar como un crisantemo blanco desde mi pecho al Todo. Adentrándome al centro de la flor, donde están los elixires del Edén.  Flotaba ligero manteniendo aquel estado de inmortalidad trascendente, sin dejar de aumentar, viviendo una eternidad luminosa, sin forma, permaneciendo a través de los siglos y milenios, siempre nuevo, anticipándome a la civilización humana, al momento de la creación, fuí antes y después que todo...

Entonces comenzó a cambiar. Aquel blanco inmaculado "crujía", se "agrietaba", era "rasgado". El Sol ganaba la batalla a la nube: la traspasaba con su espada de luz. Esta luz se abría paso venciendo toda ilusión posible, es la luz más intensa que jamás mi ver vió, la Nur Muhammad, sin tamaño, peso o medida, piedra angular de las cúpulas celestiales. Creí estar entrando al Cielo, la morada de los Santos Difuntos. La Luz entonaba, literalmente, cánticos de sopranos y tenores asexuados a coro en do de pecho, tronaban con  una rotundidad ensordecedora, compasiva. No existe genio compositor capaz de recrear este Réquiem ni estrella que iguale su blancura.

Tenía la certeza de que la Sabiduría me ayudaba en el camino, basada en conceptos, conocimientos trascendentes, experiencias, unida al alma pero no al espíritu ... La Luz todo lo desbordaba, parecía estar atado a un poste en mitad de un huracán, mi Conciencia se lanzó a entrar a este "lugar" que más que un lugar es una alabanza viva. Y justo cuando estaba a punto de traspasar el umbral "chocó". Le era denegada la entrada.
Me mantuve calmo, esperando paciente,una voz se manifestó:
-"El conocimiento y Conciencia no pasan, aquí sólo entran los recien nacidos."


Sometido, me deshice por completo, abandonándome entero a un corazón puro, sin conocimiento, sin conciencia, sin sabiduría, sin intención, entregándolo todo, como el cordero que entrega su cerviz al pastor para ser degollado. Este es el Sagrado Sacrificio del Hombre que ha muerto por la Humanidad entera. Desperté a la Vida Eterna, mi vista se abrió y contempló y era sólo ver y blancura; mi voz  era blanca y era sólo Palabra y alabanza; mi oír escuchó la eternidad entera clamar las grandezas del Dios Vivo entonando la A. Era como un recién nacido que regresa al lugar anterior a su nacimiento, donde estará después de muerto, rodeado de pureza incorrupta, el Origen de todo, la Fuente primegenia de Vida, el Verdadero Mundo Humano Perfecto, el primer de los 7 cielos, incomprensible para la mente e irreproducible.
 Se me hizo comprender que este estado no puede ser alcanzado por  ninguna enseñanza, conocimiento, técnica espiritual, camino o religión. El camino del conocimiento y la experiencia tiene un "tope" mientras que el otro es ilimitado. Esta es la diferencia entre la Inmortalidad en el Nirvana y la Vida Eterna en el Paraíso. Los Cielos sólo son posible ser alcanzados bajo voluntad Divina, por un corazón puro y un contínuo estado de Alabanza a Dios Uno Todopoderoso , tal como lo fue para los Profetas y enviados. Loado sea Su Nombre por siempre.Su siervo es sincero en su agradecimiento por este regalo, mostrándole siempre el camino más recto de regreso hacia Él.





Sucedió durante el Santo mes de Ramadán del 2012, pero no fue transcrito hasta la 4ª noche de Poder.

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